Se trata de desempleados de larga duración y perceptores de la RGI o el IMV.
Durante los 2 primeros meses realizarán una fase de formación, y los 10 posteriores, trabajarán como fontaneros, albañiles, pintores o carpinteros, entre otros oficios.
El proyecto, cuya inversión roza los 415.000 euros, está financiado con fondos europeos.