Los empleados de Correos han empezado a realizar paros parciales en defensa del «servicio postal universal» y contra el «desmantelamiento de Correos», que, mucho se temen, se «lo quieren cargar».
Debido a las sobrecargas de trabajo, el cartero ya no pasa por los domicilios diariamente, dejando a la ciudadanía sin correspondencia durante 5 o más días.
Miles de notificaciones se acumulan, y muchas están llegando fuera de plazo, porque los trabajadores no dan abasto, ocasionando una situación de indefensión para el ciudadano.
«Nos faltan manos», se lamentan; sólo en la central de reparto de Barakaldo, a día de hoy, la plantilla está un 50% por debajo de la establecida.