Para llevar a cabo este proyecto, junto con su socio tecnológico O.C.O y con una inversión de 20 millones de euros, creará una planta en el Puerto de Bilbao.
Se trata de la primera planta en Europa continental que fabricará, sirviéndose de los restos de la incineración de residuos sólidos urbanos, áridos sintéticos, que capturan CO2 durante la producción e incluso durante su vida útil.
Todos estos procesos son un claro ejemplo de la llamada economía circular, sin olvidar que, al evitar la explotación de áridos de cantera, el proyecto fomenta el mantenimiento del paisaje natural.
La planta cuenta ya con todas las autorizaciones; su construcción comenzará en el segundo semestre de 2024 y está prevista su puesta en marcha a primeros de 2026.