Se encuentran cerrados desde que en mayo terminó el periodo de concesión a las cuadrillas que los ocupaban porque el Ayuntamiento comprobó que la mayoría de los módulos estaban «destrozados».
Mientras se habilitaba una partida para proceder a su reparación, han permanecido vacíos, y han sido objeto de varios intentos de ocupación; desde una familia con un bebé hasta, en fechas más recientes, personas inmigrantes.
Hace unos días se ha producido, incluso, un «encontronazo» entre chavales de Gallarta y jóvenes magrebíes, que recientemente habrían sido desalojados de los pabellones de AFER en Ortuella.
Con el fin de evitar el «efecto llamada» a nuevos ocupas, los responsables municipales han descartado la idea de arreglarlos de inmediato, por temor a que mientras duran las obras vuelvan a ser ocupados, y han optado por retirarlos para colocar unos nuevos Gazte Lokalak de cara al año que viene, según ha explicado a la redacción de TELE7 el concejal de juventud, Juan Vallejo.
Por su parte, el alcalde, Iñaki Urrutia, ha corroborado que las repetidas ocupaciones han agravado el estado de deterioro de los módulos.