La caseta del guarda, situada en la subida a monte Mello, ha sido objeto de reforma tras los destrozos sufridos hace unos años.
Fue completamente vandalizada a consecuencia de una «macroquedada» tras la pandemia, y ha sido necesario invertir 20.000 euros, procedentes de los fondos Heriak Egiten de Diputación, para acondicionarla de nuevo.
Ha sido pintada y forrada de piedra; se han sustituido las ventanas; y el interior cuenta ahora con mobiliario e, incluso con chimenea.
No obstante, el Ayuntamiento no ha decidido aún cómo gestionará su utilización.
Y es que, de momento la puerta está cerrada con una cerradura especial para evitar nuevos actos vandálicos.