Más de un millar de vecinos se manifestó el sábado pidiendo al Ayuntamiento soluciones contra el “vandalismo” que genera la gente que va a la discoteca.
Destacan la falta de seguridad, ya que “aunque el último viernes hubo presencia policial, el sábado todo volvió a ser barra libre”.
En un comunicado señalan que varios vecinos llamaron a la policía municipal por los gritos de la gente y la música a todo volumen en los coches altas horas de la madrugada, pero recibieron como respuesta que “no podían hacer nada”.
Denuncian agresiones, suciedad por todos lados, consumo de drogas en espacios públicos en horas matinales, rotura de mobiliario público por parte de personas que frecuentan la discoteca.
Piden mayor presencia policial y solicitan la dimisión de la alcaldesa, Aitziber Oliban, y del concejal delegado de Seguridad Ciudadana, Josean Pérez, por su “inacción”.