No obstante, nadie se ve obligado a dormir en las calles de la villa jarrillera porque el ayuntamiento dispone de un servicio de alojamiento de urgencia, que el año pasado atendió 34 demandas.
El consistorio ha hecho hoy balance de sus servicios sociales, que “acompañan” a más de 2700 familias.
En los últimos 5 años, la atención se ha incrementado un 63%.