Hoy hace 50 años, Víctor Pérez Elexpe, de 23 años de edad, murió de un disparo por la espalda cuando repartía propaganda en apoyo a unos trabajadores en huelga.
Su asesino, el guardia civil Narciso San Juan se benefició de la Ley de Amnistía tras la dictadura, y nunca fue juzgado.
Medio siglo después, a Víctor se le sigue negando el reconocimiento como víctima.
Pese al abandono institucional, sus hermanos y amigos cada año le rinden un nutrido homenaje para reclamar justicia, y para que no se olvide que murió «luchando por los derechos del pueblo».