Rodeado de edificios, que se han ido construyendo a lo largo de los años, es un bloque de pisos casi imposible de encontrar para los repartidores.
A menudo los vecinos se encuentran con que les anulan un pedido porque no se ha podido realizar la entrega.
La correlación de números de la calle tampoco ayuda en absoluto; junto al 19, se encuentran el 105 y el 115 que comparten portal, y después el 113; a continuación, el 125; allí parece que acaba la calle, pero, en realidad, después está el 107.
El miedo de la comunidad es que un día tengan una emergencia médica y tampoco llegue a tiempo la ambulancia.
Hace 6 meses solicitaron por registro en el Ayuntamiento de Santurtzi algún tipo de señalización.
Por ejemplo, una placa que indique la dirección en que se encuentra el número 107 podrá ser, a su juicio, una solución que no requiere de una gran inversión económica.
Lo que más les molesta es la «dejadez» de los responsables municipales que, según se lamentan, «ni siquiera se han molestado en acercarse a la zona a comprobar cuál es su problema».