La situación económica llevó a la casi centenaria cooperativa barakaldesa a mantener sólo la actividad destinada a alimentación en la planta baja.
Pero su continuidad depende del capital que obtendrá de la promotora encargada de construir viviendas en el resto del edificio.
Un paso que está pendiente de que el consistorio ponga en marcha el plan especial que recoja el uso residencial y terciario.
Así lo ha dado a conocer el portavoz de EH Bildu, Iker Rahona, quien pide celeridad al equipo de gobierno.