Vecinos de la zona afirman que “se lo veían venir” por la presencia en el bloque de familias ocupas y conflictivas.
En reiteradas ocasiones, aseguran haber denunciado la situación ante el ayuntamiento. Hablan, incluso, de “mobbing” inmobiliario.
Sin embargo, los residentes en el piso donde se ha originado el incendio acusan a estos vecinos de racistas.
Afirman que lo ocurrido es una desgracia no intencionada; han perdido a uno de sus perros; otro se ha roto las patas al saltar desde el balcón para evitar ser pasto de las llamas y un barrendero ha rescatado a 2 niños que se encontraban durmiendo en la vivienda.