Es la anécdota de la jornada porque, afortunadamente, se ha quedado en un susto.
Nadie ha resultado herido. Y eso que la conocida como “calle nueva” o “ cuesta de las maderas” es una calle muy frecuentada en la villa jarrillera.
La causa de este incidente habría sido un fallo en los frenos.
El vehículo protagonista es una pequeña camioneta que se utiliza para el servicio municipal de recogida de enseres puerta a puerta.
Según fuentes municipales, el conductor se encontraba fuera del vehículo, recogiendo algunos muebles depositados por lo vecinos en Atarazanas, cuando la camioneta se ha desplazado, sin nadie al volante, unos metros cuesta abajo, cruzando la calle y chocando contra el muro.
Se ha llevado por delante un par de bolardos; para terminar con la chapa literalmente “ensartada” en una barandilla.
La investigación deberá determinar si el fallo en los frenos ha sido un problema técnico o un descuido humano. Se desconoce si el conductor ha podido bajarse sin dejar accionado el freno de mano.
Esta calle no gana para sustos.
Durante 4 o 5 meses, de hecho, ese tramo de las rampas mecánicas ha estado fuera de servicio porque un coche se empotró contra él durante la noche, causando importantes daños en el mecanismo.
Esta vez las rampas se han librado por poco de un nuevo impacto.