Derribaron la rampa de entrada al pabellón y, ni aún así, le conceden licencia.
12 familias dependían de este negocio; 4 de estos trabajadores han sido despedidos ya.
Lo curioso es que los 3 metros de linde que se les exige a ellos no los cumple, según denuncian, otro pabellón situado 2 parcelas más abajo.