Una iniciativa, impulsada por BerriOtxoak, “contra los recortes, malas prácticas y endurecimiento de requisitos en el acceso a las prestaciones sociales que padecen usuarios de esta oficina”.
Los afectados serían los 672 desempleados del barrio de Beurko-Bagatza o las 253 familias perceptoras de las prestaciones sociales gestionadas por Lanbide.