Una mañana más, la Herriko Plaza se ha cubierto de burbujas blancas lanzadas por un gran cañón.
Una actividad refrescante de la que disfrutan numerosos txikis de la localidad y que da envida a algunos aitas y amas.
Una mañana más, la Herriko Plaza se ha cubierto de burbujas blancas lanzadas por un gran cañón.
Una actividad refrescante de la que disfrutan numerosos txikis de la localidad y que da envida a algunos aitas y amas.