Permanecen fuera de sus casas desde el pasado 31 de enero debido a un desprendimiento de la ladera.
El consistorio ha corrido con los gastos de alojamiento de forma temporal hasta el pasado 28 de febrero.
Desde entonces viven de alquiler pero desconocen cuanto tiempo va a durar esta situación y si al final van a derribar o no su vivienda.