Ambos alcaldes han solicitado que se cumplan todas las medidas necesarias para evitar problemas a los vecinos. Por su parte, “los titulares de esta empresa son conscientes del malestar que producen, y nos han asegurado que intentan poner todos los medios que están a su alcance para evitar esta situación”, han destacado ambos alcaldes a la salida de la reunión. También han indicado que la sebería “ha tenido un problema técnico en la refrigeración que les ha costado localizar, lo que sumado al clima de los últimos días ha provocado mal olor en los municipios colindantes”.
Según han explicado sus responsables, también se detectaron vertidos por parte de transportistas, “lo que ha supuesto un endurecimiento de los controles por parte de la empresa para evitar estos casos, sancionando a quienes no cumplan la normativa”. También han decidido poner una puerta de apertura y cierre rápido, “lo que impedirá que pueda quedar abierta durante un período prolongado”.
“La empresa nos ha asegurado que cumple con la normativa vigente, e incluso nos han explicado que los numerosos estudios de olores realizados hasta ahora han dado resultados negativos”, han comentado. En cuanto a la aparición de pequeñas bolas de grasa en la zona, “la sebería ha recordado que en su momento se demostró que provenían de otra industria”.
“En cualquier caso, la empresa nos ha mostrado su firme decisión de colaborar en todo lo necesario, e incluso están dispuestos a buscar una nueva ubicación que no genere trastornos a la población”, han remarcado los alcaldes, quienes han adelantando que mantendrán reuniones con Diputación Foral y Gobierno Vasco “para atajar el problema”.