Ayer finalizó la trigésimo novena edición del Festival Internacional de Jazz de Getxo.
Tras cinco jornadas en las que se sucedieron 18 actuaciones musicales, el Getxo Jazz deja buenas sensaciones a las cerca de 12.000 personas que ha reunido.
La diversidad de la propuesta de este año, junto con la apuesta por las jóvenes bandas del Concurso de Grupos y la calidad contrastada de las grandes figuras de los conciertos principales han dado lugar a una buena respuesta del público. El lleno se rozó en dos actuaciones del escenario de la plaza Biotz Alai y se agotaron las entradas para el concierto de la vocalista Madeleine Peyroux.
En lo que se refiere a los cabezas de cartel, abrió el festival el trompetista Avishai Cohen en formato de trío con una entrada superior a la que acostumbra el festival en la jornada inaugural. La actuación, con una importante carga de improvisación, dejó un buen sabor de boca al público. Al día siguiente, jueves 2, el cuarteto Nettwork, con el bajista Charnett Moffett al frente, junto al guitarrista Stanley Jordan, el pianista Casimir Liberski y el baterista Jeff "Tain Watts, ofreció un intenso concierto de fusión eléctrica.
En el ecuador del Getxo Jazz, el saxofonista Joe Lovano rozó el lleno en la plaza algorteña Biotz Alai con su cuarteto para ofrecer un concierto marcado por la revisión de ritmos bebop, postbop y hardbop. Similar entrada cosechó al día siguiente el bajista Stanley Clarke con una propuesta marcada por la fusión y la técnica depurada de los integrantes de su banda. Finalmente, Madeleine Peyroux puso ayer el broche de oro al festival con una actuación cercana que satisfizo al público y que colgó el cartel de "no hay entradas".