El resto de asociaciones integrantes le acusan de haber subido los precios acordados y de no contribuir a los gastos comunes de mantenimiento y para la realización de actividades.
Se trata de una “decisión moral”, porque la txosna podrá seguir operativa. Por ello, hacen un llamamiento a la comisión municipal de fiestas para buscar una solución al conflicto.