A las 9 de la mañana se han izado los clásicos “dominguines” en la calle Koskojales.
Este año visten mascarilla y guardan el metro y medio de distancia social obligado.
Una dantzari de Berriztasuna Taldea le ha bailado un aurresku a la virgen más querida para los portugalujos ante un reducido número de personas.
No se había realizado convocatoria pública del acto para evitar aglomeraciones.
Los presentes han vivido el momento con tristeza: