En estos momentos, son 3 las viviendas ocupadas en el número 24 de la calle Zubileta pero otros 2 propietarios han sufrido también amenazas , insultos, robos, impagos de alquiler y cuantiosos destrozos en sus pisos, sin olvidar las evidentes dificultades para convivir por el ruido, la suciedad, los enganches ilegales de luz y la ocupación de elementos comunes de la comunidad y de los espacios públicos.
Se lamentan de que los ocupas; todos ellos miembros de una misma familia, estén protegidos por “la justicia y las ayudas”
A la hija de Bea le sustrajeron el correo del buzón y, con él, la tarjeta que le había enviado el banco , con la que le robaron 900 euros:
Javier, que, por si acaso, tiene desviada toda la correspondencia a casa de una amiga, consiguió desahuciarles después de 2 años de impago del alquiler y se encontró su piso destrozado.
A consecuencia de esta situación, ha terminado arruinado económicamente.
El piso de Vero está ocupado; le han vendido hasta la puerta blindada.
A pesar de cobrar una pensión de viudedad, la justicia le ha negado un abogado de oficio.
La denuncia por ocupación está puesta desde hace 2 años, pero el juicio no se ha celebrado aún.
Mientras, sigue pagando una hipoteca ,que no para de subir, por un inmueble en el que no puede vivir.
Y a Marga la coaccionaron para que les alquilara el piso; consiguió desahuciarles después de 2 años de impago del alquiler y 2 días después ocuparon la vivienda.
Esta propietaria denuncia también “usurpación de identidad” pues falsificaron su firma en Lanbide para justificar el pago de un alquiler, que no estaban pagando, y así acceder a la ayuda al pago de la vivienda complementaria a la RGI.
Estos propietarios viven una pesadilla; confiesan a TELE7 que “han llorado lágrimas de sangre” por la impotencia y por la preocupación.
Se han cansado de presentar denuncias en la Ertzaintza pero ni hay detenciones por los reiterados delitos que han sufrido, ni mucho menos sentencias judiciales que les amparen.
También culpan al ayuntamiento de Barakaldo porque hace más de 20 años declaró su edificio fuera de ordenación urbana, y lo ha convertido en un nido de ocupas.
Solo decir que hecho de menos Barakaldo un saludo desde Vigo