Las prioridades son ahora el empleo, la cobertura social y la educación.
Ante la reducción de ingresos, algunas inversiones se verán pospuestas o se retrasarán hasta que la disponibilidad económica de las arcas municipales permita ejecutarlas.
Otras inversiones, sin embargo, sí se acometerán; los responsables municipales entienden que son prioritarias por razones de seguridad o de urgencia: