Propicia que los menores puedan relacionarse con sus progenitores, cuando hay problemas entre ellos, o en caso de que un juez haya aplicado medidas de protección.
El servicio ofrece también apoyo y atención psicológica.
Hoy, el Ayuntamiento y el Gobierno Vasco han renovado el convenio para que este servicio se siga prestando.
Desde su inauguración, en 2009, ha atendido medio millar de casos.