En otras palabras, no han recibido ningún piso a cambio de que abandonaran la casa ocupada.
Al menos 2 de las 4 personas que se encontraban en el interior de la vivienda están empadronadas en Muskiz, donde reciben ayudas sociales, y se les ha hecho ver que esta situación conlleva una serie de «derechos pero también de obligaciones».
La alcaldesa de Abanto, Maite Etxeberria, ha explicado cómo se ha desarrollado el proceso de mediación hasta conseguir, «con dialogo» que los ocupas salieran voluntariamente.
No es la primera vez que este Ayuntamiento logra de esta forma una desocupación; Ocurrió lo mismo años atrás en Santa Juliana.