Ha utilizado para ello diferentes técnicas de caza realizadas desde 2017.
A día de hoy, todavía permanecen algunos ejemplares aunque la población se ha reducido enormemente.
En los últimos cuatro años había aparecido un núcleo de conejos en Portugalete, en el entorno de Ballonti.
Las características de los animales (tamaño y color de la capa, entre otras) no deja lugar a dudas de que se trata de conejos domésticos asilvestrados, por lo que el origen de esta población se debe a sueltas por parte de particulares sin autorización administrativa.
En un principio, esta colonia se localizó en terrenos cercanos y colindantes al centro comercial, pero ,desde esa zona, se han ido expandiendo tanto en dirección oeste, dentro del municipio jarrillero, como en dirección este, hacia Sestao.
Su presencia se hacía evidente tanto en las áreas abiertas como en el interior de los jardines de las viviendas próximas al centro comercial.
Su gran número había generado preocupación tanto en el Ayuntamiento de Portugalete como entre las personas residentes y usuarias de las vías públicas.
El consistorio jarrillero se puso en contacto con la Diputación de Bizkaia, solicitando la ayuda de la Institución Foral para tratar de frenar el crecimiento de la población de conejos en esta área.
A pesar de que no se trata de una especie cinegética y de que el problema se circunscribía a un área periurbana, la Diputación decidió actuar con el objetivo de realizar un control de población.
El objetivo ha sido reducir a la mitad el número de conejos, que en una estimación realizada por el personal técnico foral en 2019 se cifró en entre 300 y 400 ejemplares.
Las actuaciones realizadas por la Institución foral se han desarrollado en 2017, cuando se capturaron 127 ejemplares y en 2018 (85 ejemplares).
La última actuación se desarrolló entre el 16 de diciembre de 2019 y el 15 de febrero de 2020 y, aunque en ella se hizo una extracción considerable de animales, aún quedan ejemplares en la zona.
No obstante, no representan, ni de lejos, el volumen de animales avistado años atrás.
Para las labores de control poblacional se utilizaron redes de cordura, auxiliadas con perros y/o hurones.