Si la semana pasada entregaban cartas en los bancos, hoy han hecho lo mismo en las sedes que la Seguridad Social y la Hacienda Foral tienen en la villa.
Se quejan de las “colas de espera a la intemperie, la ineficiente atención telefónica, el inaccesible para muchos sistema de citas telemático”, y , en ocasiones, incluso de la “descortesía”.
Los pensionistas jarrilleros piden respeto a la ciudadanía y una atención digna.
En la Seguridad Social aunque han recogido su escrito no han pasado de la puerta; por el contrario, en la Hacienda Foral, han hecho llegar directamente su carta al diputado de hacienda.