La frase “gitanos fuera” ha sido pintada sobre el suelo del aparcamiento del funicular, a pocos metros de la casa ocupada.
La familia de Jesús; el octogenario afectado por la ocupación, se desvincula de estos hechos.
Es más, precisamente, este fin de semana la familia ha pedido que cesen las hostilidades contra los ocupas, al encontrase encarriladas las negociaciones.
Han recurrido a un mediador del colectivo gitano, y confían en que los ocupas salgan de la vivienda en un “breve espacio de tiempo”.