El enorme oso, colocado junto al Ayuntamiento para celebrar las fechas navideñas, ha sido objeto de un acto vandálico en la madrugada del sábado al domingo.
Como consecuencia, esta figura iluminada de 3 metros de altura ha quedado partida en 2.
Operarios de las brigadas municipales trabajaban esta mañana para recomponerlo.
Los causantes de este “acto de maldad”, en palabras del alcalde, han sido 8 jóvenes; así ha quedado registrado en las cámaras del entorno.
Mikel Torres pide la colaboración ciudadana para lograr identificarles.
No ha sido éste el único bien portugalujo “vandalizado” este fin de semana; el nuevo ascensor urbano de Miramar ha quedado inutilizado porque su botonera ha sido arrancada; lo mismo que le ocurría al elevador de Azeta apenas una semana atrás.