Se aprueba mañana y, aunque recupera parte de los derechos perdidos, en su opinión, sólo supone una mejora en algunos aspectos, como la temporalidad de los contratos.
Y es que no se han cumplido el compromiso que adquirió el gobierno cuando era oposición; la derogación por completo de las anteriores reformas laborales de 2010 y 2012.
Siguen vigentes recortes como el retraso creciente de la edad de jubilación, el aumento del periodo de cálculo de las pensiones, la modificación de la fórmula para calcular la base reguladora, los incrementos inferiores a la carestía de vida o de desigualdad, especialmente en el caso de las viudas.