Sus majestades de oriente han hecho su entrada por la ría a bordo de tres lanchas de los prácticos, mientras un remolcador acompañaba la comitiva con un surtidor de agua.
En el muelle se agolpaban los txikis; algunos desde hora y media antes para coger sitio, y no perderse detalle.
La anécdota la ha puesto Melchor que, además de mostrar públicamente su deseo de volver a disfrutar «de incógnito» a las fiestas de Portugalete, ha perdido las llaves que les ha entregado el alcalde para que esta noche puedan acceder a todos los hogares de la villa.
Las llaves han caído desde el balcón consistorial a la calle y, afortunadamente, han sido recogidas por un trabajador del área de cultura del Ayuntamiento.
Le entrega de los regalos, por tanto, está garantizada….