Los escultores vascos que impulsaron el proyecto claman por su ampliación como exponente del llamado turismo cultural.
Para ello sería necesaria una inversión pública pero la Diputación lo da por cerrado.
Los escultores vascos están “pendientes” de que el ente foral haga una apuesta firme por este sector.
El parque, que se extiende en el entorno de los lagos, acoge actualmente 18 obras escultóricas cuando el colectivo estará conformado por un centenar de artistas.
Piden que si no alberga la obra de todos, al menos, se dé cabida a una representación más amplia.