Ante la inquietud de varios vecinos, el concejal de Gestión Urbanística, Juan Antonio Pizarro, ha explicado que el estado de la fachada izquierda no permitía llevar a cabo labores de apuntalamiento. Durante los trabajos las piedras podrían caer sobre los trabajadores, ha explicado.
La pared de la derecha, donde se encuentra el arco renacentista de medio punto, y los ventanales de la derruida construcción se mantendrán, ha añadido.
Pizarro ha recordado que está en marcha un proyecto privado para levantar una residencia de mayores en la zona, y que el caserío será reconstruido.
De hecho, el Ayuntamiento ya anunció, el pasado mes de julio, que los promotores de la actuación tienen la obligación de conservar el caserío, al tener una protección estructural en el Plan General de Ordenación Urbana de Barakaldo, si bien el edificio se encontraba en los últimos tiempos en riesgo de desaparición tras sufrir varios incendios.
En su mayor parte, el caserío, que data del siglo XVI, es neoclásico pero conserva un arco renacentista de medio punto que seguramente perteneció a una construcción anterior levantada en su lugar.
La nueva edificación deberá respetar la estructura original y los muros perimetrales, con especial atención al arco renacentista.