En menos de un mes sus instalaciones han sufrido 2 asaltos nocturnos.
En el último, además de material deportivo que acababan de reponer del episodio anterior, ha sido sustraído el cable de 2 de las torretas del campo municipal Otxartaga Berri.
Esto obligaba a suspender los partidos programados el pasado fin de semana, incluido el derbi contra el Ortuella, así como los entrenamientos de toda esta semana.
Se trata del sexto robo en los últimos años; el pasado agosto, sin ir más lejos, los amigos de lo ajeno se hacían con otros 800 metros del alumbrado del campo.
El club afronta los reiterados ataques con su característico “espíritu combativo”.
Y es que el Ortuellako Jendea, presente siempre en cuanta actividad se organiza en el pueblo, es mucho más que un club; Constituye una entidad de marcado carácter social, entroncada con la esencia de la zona minera, que transmite valores de compañerismo, igualdad y fomento del euskera entre los chavales; todos ellos criados en el municipio y a los que no se les cobra cuota alguna.
Ortuellako Jendea trabaja con la cantera porque su misión no es sólo hacer deportistas sino, sobre todo, personas.