Está dotado con las aportaciones que realizan pequeños ahorradores del territorio, y hasta la fecha ha conseguido movilizar 26 millones de euros.
Para facilitar el acceso de las pymes al crédito, la normativa foral establece que el plazo mínimo de devolución será de cinco años con un año de carencia y que el interés de los préstamos que concedan este tipo de fondos no podrá superar el 75% del tipo de interés de demora.
Para fomentar que las personas destinen parte de sus ahorros a financiar estos proyectos, la normativa foral establece beneficios como la exención en el Impuesto sobre el Patrimonio y la deducción del 15% de lo aportado en la cuota de IRPF.
Desde su puesta en marcha en 2018 más de 7.000 personas han invertido en este fondo.