Agentes de la Ertzaintza han detenido en Barakaldo a dos hombres y a dos mujeres en el transcurso de una investigación en el ámbito de la trata de seres humanos. Asimismo, se han abierto diligencias como investigadas a otras tres personas por los mismos hechos. Las víctimas eran obligadas a ejercer la prostitución sin descanso, no se les permitía salir a la calle sin ser acompañadas o vigiladas, vivían intimidadas e incluso agredidas y en condiciones de hacinamiento.
La investigación que ha motivado las detenciones y apertura de diligencias contra las siete personas se inició durante el mes de septiembre del pasado año, después de que una de las víctimas tuviera que ser asistida en un centro hospitalario por las graves heridas que presentaba en la zona genital.
Desde el centro hospitalario se avisó a la Ertzaintza, evidenciándose que detrás de la víctima podría haber alguna actividad delictiva. Los agentes encargados del caso iniciaron las pesquisas oportunas para tratar de averiguar lo que había tras ese hecho y descubrieron una trama en la que intervenían varias personas que regentaban pisos en Barakaldo y Bilbao donde se ejercía la prostitución. Las víctimas eran chicas jóvenes procedentes de otros países que, debido a sus condiciones de indefensión, habían deambulado por diferentes territorios del estado español y se habían instalado en pisos ubicados en Barakaldo y Bilbao regentados por los ahora detenidos.
Hacinamiento, explotación sexual y control sobre las chicas
Estas personas disponían de viviendas donde residían varias chicas hacinadas en una única estancia para poder ejercer la prostitución de forma continuada en el resto de la casa. Asimismo, algunas de ellas eran expuestas en páginas de reclamo en la web sin el consentimiento de las mismas. Los regentes de los pisos se ocupaban de controlar a las chicas de forma permanente haciéndolas trabajar casi sin descanso y sin permitirles salir si no eran acompañadas por personas afines a ellos. También les restringían las llamadas telefónicas y siempre en su presencia. En un clima de violencia física y verbal las obligaban a prostituirse y les facilitaban sustancias estupefacientes para vender a los clientes y para su autoconsumo con el fin de que mantuvieran el ritmo de trabajo.
Las mujeres eran “recompensadas” con la mitad del dinero conseguido, pero al mismo tiempo les inducían a hacer compras de artículos de valor elevado, tales como joyas, perfumes caros, teléfonos de alta gama o drogas, para poder ejercer mejor la prostitución. Incluso, les habían inculcado el culto a una divinidad a la que debían hacer ofrendas para ser bien tratadas.
Blanqueo de capitales
A raíz de estos hechos, las gestiones llevadas a cabo por agentes de investigación de la Ertzain-Etxea de Sestao para localizar a las personas implicadas en esta trama criminal se alargaron debido a que todos ellos desaparecieron, incluso llegando a salir del país a su lugar de origen, donde una de las personas implicadas tenía negocios y vivienda. Asimismo, se realizaron pesquisas a través de las cuales se ha podido comprobar que, durante el verano del año pasado, se realizaron envíos de dinero a un país latinoamericano a través de diferentes compañías por parte de cinco de las personas detenidas o investigadas por un montante cercano a los 200.000 euros.
Detenidas cuatro personas y tres investigadas
Los agentes que han intervenido en este operativo, a pesar de las dificultades para identificar y localizar a las personas en cuestión, han persistido en su labor hasta el día de ayer en el que procedieron a la detención de los cuatro cabecillas de la trama. Se trata de dos hombres y dos mujeres con edades comprendidas entre los 52 y 61 años, que pertenecen al mismo núcleo familiar y se les acusa de los delitos de explotación laboral, prostitución de adultos y blanqueo de capitales. Al mismo tiempo, a otras dos mujeres de 38 y 63 años y a un hombre de 40 se les han abierto diligencias como investigados por su participación en los mismos hechos.
Los cuatro detenidos fueron puestos a disposición judicial ayer por la tarde en el Juzgado de Guardia de Barakaldo donde, tras realizar las gestiones oportunas se decretó auto de libertad con cargos, la prohibición de salida de territorio nacional, la retirada del pasaporte de todos ellos y la obligación de comparecer, pudiéndose acordar incluso su prisión provisional en caso de incumplir el auto.