Son los dos conceptos que componen la escultura “Itzala eta Hitza” del artista local José Luis González.
Sobre una estructura, que hace las veces de banco, varios libros apilados se encaraman hacia el tronco de un árbol, que les da sombra, sujetándolo para que no se tuerza.
Una obra en la que también ha colaborado la asociación de escritores locales que ha creado dos poemas para la ocasión.