Tiene su origen en las fuertes lluvias de noviembre del año pasado.
A consecuencia del corrimiento de tierras, toneladas de lodos, incluido el polvo de residuos de la planta de reciclaje colindante, fueron absorbidas por una antigua galería minera ubicada en el subsuelo, filtrándose hasta el río Granada.
De esta forma, se originó un agujero de 100 x 100 metros de anchura y una profundidad equivalente a la altura de un bloque de 5 o 6 pisos.
Los ganaderos temen que las vacas puedan despeñarse por el talud; llevan cerca de un año recamando a las autoridades que, por seguridad, coloquen un vallado perimetral.