Actualmente, las cámaras instaladas en las calles muskiztarras superan la veintena.
El 20 % de los más de 80 atestados abiertos el año pasado por la policía municipal se resolvieron gracias a esta tecnología.
Las cámaras sirven para esclarecer robos, riñas tumultuarias, peleas, agresiones o, incluso, como apoyo a las investigaciones abiertas por la Ertzaintza; aunque escéptica en un principio, la propia alcaldesa, Ainara Leiba, reconoce que son una «buena herramienta» para combatir el delito..
En palabras del jefe de la Policía Local, Josean Legazpi, consiguen «pillar» a todo aquel que comete un robo en Muskiz y escapa en coche .
No obstante, un estudio sobre «puntos negros» para la seguridad de los vecinos, ha determinado la urgencia de implantar estos dispositivos en 4 lugares más:
En la zona comprendida entre la salida de la calle Autonomía y el Colegio San Juan;
En la confluencia de la calle Artekale y Las Acacias 8-14, por la inseguridad generada por «individuos conflictivos»;
En el aparcamiento de El Malecón;
Y en la zona de Memerea (Colegio Kantarrana).
El coste será de unos 13.000 euros, y se colocarán con carácter inmediato.