La comunidad del número 13 de Santa Eulalia lleva meses sin dormir debido al «ir y venir» de gente para » comprar o consumir» droga.
Los ruidos y timbrazos a altas horas de la madrugada no les permiten descansar.
La falta de sueño y el desasosiego constante ha derivado en un daño psicológico, que se materializa en cuadros de ansiedad y, sobre todo, en mucho miedo, especialmente en el caso de los niños que viven en el edificio.
Remarcan que no se trata de un problema de convivencia, sino de seguridad porque alertan de que están en peligro.
Y es que, entre la rotura de elementos comunes del portal que les ha obligado a instalar cámaras, destaca la explosión provocada de un extintor de la escalera.
Asimismo, en ocasiones los ocupas han accedido al «narcopiso» por una ventana del patio, pisando los tubos del gas.
Los «ocupas» tienen la electricidad y el gas cortados desde hace un mes, pero cuentan con luz; esto hace sospechar a los vecinos que están enganchados de forma ilegal a la comunidad.
El piso es propiedad de 2 hermanos; Una de ellos ha denunciado la ocupación, y el otro dueño, que se encuentra en la cárcel, estaría tramitando una denuncia por allanamiento de morada.
La comunidad también ha presentado denuncia en el Ayuntamiento, pero se sienten desamparados por las instituciones.
Según relatan los vecinos, uno de los «ocupas» aseguró ante la policía municipal que tiene un contrato verbal con el propietario, que se encuentra en prisión, para residir en la vivienda «a cambio de farlopa».
La comunidad ha convocado una manifestación para mañana sábado a las 7 y media de la tarde en el mismo portal.
Piden la ayuda del pueblo de Santurtzi; sólo queremos «que nos quiten a esta gentuza del portal», han clamado.
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