84 policías uniformados y de paisano pondrán especial atención en la llegada de “personas sospechosas”, conocidas de la Ertzaintza “por hacer del robo de móviles y carteras” su medio de vida.
También se incautarán las armas blancas que puedan portar.
De la misma forma, se ocuparán las bebidas alcohólicas a menores en las diferentes estaciones del metro del entorno; la multa puede oscilar entre los 200 y los 1.000 euros.
Por último, preocupa especialmente la venta ilegal de comida ambulante.