La autopsia desvela que el animal fue asfixiado, y, posteriormente, arrojado al agua con la cuerda y la piedra al cuello.
Grupos animalistas han convocado una concentración para las 8 y media de esta tarde ante el Ayuntamiento de Trapagaran con el objetivo de denunciar los hechos y reivindicar que tan brutal acción no quede impune.
El propio alcalde de Trapagaran tiene previsto asistir porque, en palabras de Miguel Angel Gómez Viar, es vocación del Ayuntamiento llevar la investigación «hasta sus últimas consecuencias».
De hecho, el consistorio ha costeado los gastos de la autopsia porque los propietarios del perro han aducido carecer de recursos económicos.
En cualquier caso, la policía municipal carece de unidad criminalística, y deberá ser la Ertzaintza quien se encargue de la investigación.