Desde hace años tratan de evitar a toda costa el cemento y el hormigón en este espacio natural; algunas de las cuadrillas llegan a levantar construcciones de hasta 2 y 3 alturas ante la “permisividad e inacción municipal”.
“Un pueblo y un Ayuntamiento que se abandera sostenible”, claman, “ no puede permitirse” esto, en un lugar donde habitan especies de fauna y flora, entre ellos erizos que “huyen en desbandada” .
En estos más de 10 años de peticiones y denuncias vecinales, numerosos pinos han sido talados y dañados, toneladas de cemento y hormigón se han introducido en un terreno repleto de zanjas, con restos de residuos como plástico y cristales; hoyos que han producido no pocas lesiones a paseantes y mascotas.
Ya en 2018, inducida por los vecinos, se aprobó una moción en el pleno municipal con una serie de medidas, que a día de hoy no se han alcanzado.
Ante el dispositivo anunciado ayer por el consistorio getxotarra, la asociación de vecinos de Andra Mari Kortiñe se muestra recelosa, y anuncia que permanecerá vigilante.
No se muestran muy esperanzados porque hoy ya se venía a alguna que otra cuadrilla empezando a hacer agujeros sobre el terreno del denominado “Bronx”, la zona no oficial de celebración del campeonato internacional de paellas de Getxo.