Varias personas, con menores a su cargo, accedieron a este edificio, de propiedad municipal y cerrado desde hace años, el pasado 4 de julio, realizando un butrón en la pared, y ,desde entonces, residen en su interior.
Los presuntos ocupas, que en estas semanas incluso han pintado la fachada, aseguran contar con un contrato del Ayuntamiento;” preguntadle al alcalde” le han instado fuera de cámara a un equipo de TELE7, no permitiendo que se grabaran imágenes del inmueble ocupado ni siquiera desde el exterior.
El primer edil niega que exista contrato alguno: “Es incierto”, ha dicho Iñaki Urrutia.
Es más, el alcalde ha informado de que el consistorio ha iniciado un proceso judicial para recuperar el edificio.
Se trata de un antiguo bar, junto a la Vía Verde; por tanto, “no es una vivienda”, y carece de cédula de habitabilidad alguna.