La placa se ha colocado frente al portal donde vivía, en la calle Ibaizabal número 2, con la presencia de familiares, amigos y la corporación municipal.
«Hoy hemos recuperado la historia de este barakaldés, que apareció asesinado un 26 de septiembre de 1988, con el objetivo de poner en valor el dolor que sufrió esta familia», ha indicado la alcaldesa, Amaia del Campo.
En lo que va de año, Barakaldo ha estado trabajando de la mano de Gogora para contactar con las familias de las personas reconocidas como víctimas del terrorismo en la ciudad. Gogora realiza el primero contacto y con posterioridad es el Ayuntamiento quien establece relación con las familias.
De las 11 contabilizadas, se ha logrado contactar con 6 familias, de las cuales 3 han comunicado que no están interesados en la realización de placas ni en homenaje.
Otro familiar quiere placa, pero ha rechazado la realización de un homenaje, y 2 han dado permiso para realizar ambas acciones.