De los 2200 que han pasado por el albergue municipal este verano, 1400 han venido desde otros países.
Y la procedencia cada vez es más variada; a alemanes, franceses, italianos y estadounidenses se suman ahora caminantes llegados desde Mongolia, Nueva Zelanda o Suráfrica.
En general, la afluencia de peregrinos ha crecido un 2%.
El albergue municipal, que abre sólo los meses de verano, constituye un “refuerzo” a otros alojamientos de que dispone la villa; de lo contrario, en palabras del alcalde, Mikel Torres, no se podría alojar a las miles de personas que visitan Portugalete.