Los vecinos recordaron el ataque, perpetrado el 16 de junio de 1937, donde fueron asesinadas cinco personas.
Con ese objetivo, el viernes se inauguró un monolito, en la calle Catalina Gibaja, que recuerda aquel bombardeo y reivindica a cada una de sus víctimas.
En el acto, organizado por la Mesa de Memoria Histórica de la localidad junto con el ayuntamiento, también se recordó que en la tarde del 23 de junio de 1937, las tropas franquistas entraron en Ortuella y ocuparon el municipio por las armas.
Terminaba así la contienda armada para el pueblo y daba comienzo la venganza, la persecución, la depuración, la represión y el castigo.