La cuadrilla de cazadores asignada por Diputación ha abatido 3 animales en la zona del matadero.
La presencia nocturna de jabalíes en el casco urbano de Trapagaran , captada por el teléfono móvil de un particular, causó sorpresa a principios de mes.
El alcalde, Xabier Cuellar, explicaba a Tele7 que se habían recibido quejas debido a los daños que estos animales estaban causando en las huertas del municipio.
El Ayuntamiento se dirigió, entonces, a la Diputación Foral de Bizkaia, institución en quien recae la competencia del control de animales salvajes en el territorio.
Habitualmente, las batidas encaminadas a controlar la población de determinadas especies son asignadas por Diputación mediante sorteo entre las cuadrillas de cazadores inscritas , estableciendo zonas prioritarias de actuación en función de las problemáticas detectadas.
Una vez abatida la pieza y tras el correspondiente control veterinario, el animal queda en poder de los propios cazadores , y puede ser destinado al consumo humano.
Los «jabalineros» defienden su función medioambiental; en sus batidas detectan cualquier incidencia que pueda producirse en el monte ,como animales afectados por enfermedades; un zorro con sarna o un animal de una especie protegida malherido; y en los correspondientes informes que deben realizar, dan cuenta de ello a Diputación.
El obligado análisis de las piezas cobradas garantiza también un conocimiento sobre el estado de salud de la fauna local.
En este sentido, la acción de los «jabalineros» contribuye a frenar la extensión de la peste porcina, que provocaría un «desastre económico» en caso de llegar a afectar a la cabaña ganadera de cerdo ibérico.
La propia UE califica de plaga la elevada población de jabalíes ; es más , en un informe realizado a nivel del estado español el 80% de las aportaciones corresponden a cazadores vizcaínos. Esto vendría a ser indicativo del exhaustivo control que se realiza en el territorio histórico de Bizkaia.
A la hora de realizar batidas, Diputación divide el territorio histórico en 54 «manchas»; a repartir entre 29 cuadrillas de cazadores.
Los jabalíes abatidos junto al matadero de Trapagaran se encontraban en la «mancha» nº 8 , que se extiende hasta La Aceña en Galdames.