El puente presentaba deficiencias y había sido reforzado estructuralmente con vigas metálicas anteriormente.
Sin embargo, era necesaria una actuación integral con el objetivo de contar con un acceso más estable y mejorar la capacidad hidráulica del río Castaños para evitar inundaciones.
El Ayuntamiento de Barakaldo ha invertido 400.000 euros en una nueva estructura , más amplía y segura, dotada de 11 vigas de hormigón.
La reforma es lo suficientemente fuerte como para acoger el paso de diferentes camiones de servicios o vehículos de emergencia.