Lo que sí ha hecho es repercutir a su concejala, Elena Reyero, la “totalidad de los gastos de eliminación de las pintadas”.
Asimismo, se le va a advertir a la edil abertzale de que, si no abona el coste, éste le será deducido de su salario en el Ayuntamiento.
El gobierno municipal añade, asimismo, que los pictogramas se pintaron sin autorización municipal.
Es más, aclara que su realización nunca fue aprobada en el seno del Ayuntamiento, desmintiendo a los corporativos de EHBildu.