Esto ha ocurrido, al menos, en un centro escolar de Santurtzi, donde la policía municipal se ha visto obligada a utilizar la megafonía para recordar a los aitas que deben guardar la distancia social.
Y es que en este colegio en concreto, algunos padres han hecho caso omiso a la norma por la que sólo un progenitor debe acompañar a clase al niño.
Es por esto que se han producido aglomeraciones en los accesos.
Para evitar concentraciones de gente, precisamente, la policía local santurtziarra controla durante esta semana las entradas y salidas a los centros educativos, haciendo que los accesos sean lo más controlados posibles.